Es recomendable que empieces a preparar a tu mascota para la llegada de tu bebé con mucho tiempo de anticipación, desde principios del embarazo o incluso desde que estén tratando de concebir. Aunque es mejor empezar lo más pronto posible, nunca es demasiado tarde para entrenar a tu mascota para convivir con niños, incluso si ya tienes un bebé o un niño pequeño.
Acondiciona un lugar especial para tu mascota y deja que se acostumbre a pasar algún tiempo ahí. Elige un lugar donde pueda estar tranquila como el cuarto de lavado, una casita especial para perros o una repisa alta para un gato. Pon en ese lugar su plato de la comida, agua, una cobija y sus juguetes favoritos. De esa forma tendrá un lugar tranquilo y seguro donde refugiarse cuando se sienta demasiado estimulada por el ajetreo en el hogar o el llanto del bebé.
Una de las mejores cosas que puedes hacer es acostumbrar a tu mascota al trato rudo que suelen tener los niños hacia los animales. Es muy importante que tu mascota aprenda a no enojarse cuando los niños le acaricien o froten las patas, la cabeza, la cola, la panza, las orejas e incluso el hocico.
Para empezar a entrenar a tu mascota puedes tocarle suavemente en los puntos arriba mencionados (patas, cabeza, cola, panza, orejas y hocico). No olvides acariciarle adentro de las orejas y del hocico (sólo a los perros) así como arriba y debajo de las patas y a lo largo de la cola.
Si tu mascota se resiste, pide a alguien que le dé algo de comida mientras tú la tocas. Hazlo al menos cinco veces al día por un periodo de 2 a 5 minutos. Es aconsejable que entrenes a tu mascota al mismo tiempo que hace sus actividades favoritas, como comer o jugar, por ejemplo. De esa forma relacionará esas sesiones de entrenamiento con actividades placenteras.
Si crees que tu mascota no reaccionará bien ante la presencia del nuevo bebé, es preferible que contrates a un entrenador profesional. Esto es especialmente útil para padres primerizos o para quienes tienen su primera mascota o bien, animales que han tenido problemas conviviendo con niños o animales más pequeños.
También es recomendable contratar a un entrenador profesional si tu mascota empieza a comportarse diferente cuando estás embarazada.
Hay algunos entrenadores que ofrecen programas especiales para preparar a las mascotas para la llegada de un bebé y para la convivencia con niños pequeños. En algunos programas les hacen pruebas de temperamento a las mascotas, para ver cómo se comportarán cerca de un niño.
Y dependiendo de los resultados, los entrenadores te dan recomendaciones. Por ejemplo, te podrían sugerir que alejes lo más que puedas el plato del alimento de tu mascota, de la sillita mecedora del bebé.
Antes de empezar con un entrenamiento, tu perro necesita conocer las instrucciones básicas como “siéntate”, “quieto” y “echado”. Una vez que aprenda eso, se le podrán enseñar instrucciones más complejas en una clase, como no brincar sobre la gente o quitar cosas de las manos. Busca un programa de entrenamiento que lo ayude a estar en calma en ambientes ruidosos y ajetreados.
También es importante que la mascota se acostumbre a algunos de los nuevos y diferentes olores con los que probablemente se encontrará cuando llegue tu bebé a casa.
Para encontrar un buen entrenador en tu localidad, pide referencias a amigos y padres de familia que tienen mascotas o en los refugios para animales.
He sido testigo de cómo algunos programas excelentes, que ofrecen entrenamiento para mascotas han ayudado a perros que tenían un carácter difícil o que no les gustaba convivir con niños. Contrariamente al mito popular, sí se puede enseñar trucos nuevos a un perro viejo.
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