Los perros escapistas suelen ser machos en busca de una hembra en celo
En primer lugar, hay que descubrir la causa de las fugas. Puede ser que el animal tenga fobia o miedo a determinados ruidos y esto le cree un estado de nerviosismo que le haga huir de manera descontrolada.
Las escapadas también pueden deberse a un problema de desobediencia
Hembras en celo
Otra causa de fuga muy habitual es que haya cerca una hembra en celo que desprende un olor característico, detectado por los machos a largas distancias. Entonces el perro saltará cualquier obstáculo para satisfacer su instinto sexual. Esta es la causa más frecuente de escapadas . La solución para estos casos es la esterilización, que además en los machos evitará problemas de próstata y en las hembras quistes ováricos y tumores de mama.Educación incorrecta
Las escapadas también pueden deberse a un problema de desobediencia, fruto de una educación incorrecta y del establecimiento de una jerarquía inadecuada.Una vez que el perro se ha escapado hay que esperarle con paciencia
Para corregirlo, hay que instaurar una dinámica, en la que los líderes de la manada son los dueños. Para conseguirlo, se debe procurar que el dueño entre y salga el primero por la puerta o darle órdenes antes de conseguir lo que quiere. No es recomendable encerrar al perro, porque puede provocarle un estado de ansiedad y nerviosismo.
Una situación común, que crea quebraderos de cabeza a muchos dueños de perros, es que el animal no haga caso a la orden de acudir durante el paseo. Para muchos propietarios de perros, el momento de recreo y relajo con su animal, se convierte en tensión y estrés.
Persecuciones
Cuando se pretende que el perro acuda y corre en dirección contraria, no hay que ir tras él para cogerle, porque el efecto será el contrario. Es decir, el perro huirá con más insistencia. Lo ideal es que el animal siga a su dueño y no al contrario. Cuando el animal percibe que no se está pendiente de él, sino que debe seguir al dueño para no perderle la pista, cambia de actitud.Refuerzo positivo
El estímulo positivo funciona una vez más para educar y corregir malos hábitos en el perro. Cada vez que el animal acude sin problemas a la llamada, hay que felicitarle. De esta manera, comprenderá lo que se espera de él. Los comportamientos incorrectos no cambian de un día para otro. Se necesitará tiempo, paciencia y tesón.El perro ha escapado
Una vez que el perro se ha escapado hay que esperarle con paciencia, y llamarle para que cuando regrese nos encuentre. Si pasa demasiado tiempo y no aparece, hay que dar aviso a la policía, sociedades protectoras y clínicas veterinarias. Es muy importante, así como obligatorio, que el animal esté identificado con el microchip, y más si se tiene tendencia a escaparse. También se le puede colocar una chapa en el collar con el teléfono para tener garantía de recuperarlo en caso de pérdida.En el momento en el que el perro se escapa, no hay que perseguirlo porque correrá todavía más. Si se le llama y vuelve, hay que recibirlo con una caricia y no con reproches para no confundirlo sobre lo que tiene que hacer.
Correcta educación
Para evitar situaciones que, una vez adquiridas, son difíciles de corregir hay que procurar educar bien al perro desde cachorro. En caso de no poder corregir el problema en casa, se puede acudir a un adiestrador canino, que averiguará las causas por las que el animal se escapa y reconducirá su actitud.
El peligro de las fugas
Las fugas de los perros son peligrosas, puede haber accidentes y atropellos, así que hay que procurar por todos los medios que el perro no escape. En el jardín hay que colocar vallas altas para evitar que pueda saltar y llevarle sujeto con la correa por la calle.Las causas de que un perro escape de casa pueden ser diversas: aburrimiento, necesidad de más actividad física, miedo a determinados ruidos o ansiedad por separación. Es decir, el perro no soporta la ausencia de sus dueños y sale en su búsqueda. Es cuestión de averiguar por qué lo hace para frenar la situación.
Consejos
- Averiguar la causa de sus escapadas. Puede ser por necesidad de más compañía o ejercicio físico, así como por miedo a determinados ruidos.
- Poner medios para evitar las peligrosas fugas descontroladas. Nada de puertas abiertas o pasear sin correa.
- No reñir al perro cuando regresa de una de sus escapadas, sino felicitarle y acariciarle.
- No perseguirle cuando escapa, porque correrá aún más rápido.
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