lunes, 28 de abril de 2014


La gordura del perro puede medirse: se habla de obesidad cuando el peso corporal del animal supera en el menos un 20% su peso ideal. La obesidad puede causar dolencias en la salud del can: artritis, problemas cardiovasculares o la merma de su capacidad pulmonar, son solo algunas de las enfermedades relacionadas con el exceso de peso en los perros.

La obesidad del perro no es sana: es una enfermedad crónica que puede causar artritis, enfermedades cardiovasculares o merma de la capacidad pulmonar de la mascota. Entre el 20 y el 40% de los perros de los países industrializados padece obesidad, según datos de la Asociación Mundial de Veterinarios de Pequeños Animales (WSAVA, por sus siglas en inglés).
El descontrol alimentario de un perro cuya conducta no se vigila puede derivar en sobrepeso y con el tiempo enobesidad.
Un perro obeso respira peor. La grasa que acumula en el abdomen reduce su capacidad pulmonar.
La sobrealimentación y la falta de actividad física explican en buena medida la mayor parte de ese sobrepeso en los canes. Las calorías que el perro debería gastar en los paseos y los juegos se acumulan en los tejidos grasos de su cuerpo, provocando no pocas dolencias a nuestra mascota.

Problemas respiratorios en el perro obeso

La primera consecuencia de la obesidad en el perro es que éste respira peor. La grasa que se acumula en el abdomen presiona su diafragma y reduce su capacidad pulmonar. Esto explica que el animal gordo encuentre más dificultad para inhalar el aire que necesita. Pero los problemas respiratorios de un perro con sobrepeso no acaban aquí.
"La obesidad aumenta el riesgo de que exista un colapso en la tráquea del perro", afirman desde la Conferencia de Veterinaria Europea, que se reúne cada año en Ámsterdam. "El peligro es mayor en el caso de perros obesos de pequeño tamaño, más vulnerables a la acumulación de grasa", explican.
Las anomalías respiratorias son más frecuentes en las razas de cara aplastada y pliegues faciales como elBulldog, el Carlino o el Boxer, conocidas como síndrome braquicefálico, y se ven agravadas en el caso de los perros obesos de estas mismas razas chatas.

Anomalías cardiacas del animal obeso

La acumulación de grasa en el perro puede desencadenar anomalías cardiacas, otro de los problemas frecuentes en canes con sobrepeso. El incremento del peso corporal tiene efectos sobre el ritmo cardiaco, ya que al corazón le cuesta mayor trabajo bombear la sangre para repartirla por todo el cuerpo del perro. La presión cardiaca, por tanto, aumenta.
"Los perros obesos pueden presentar asimismo hipertensión, hipoglucemias, resistencia a la insulina o tumores de mama, en el caso de las hembras", concluye una investigación realizada por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria sobre obesidad canina; investigación dirigida por el catedrático José Alberto Montoya.
Un aumento del riesgo a la hora de enfrentarse a una intervención quirúrgica, problemas de esterilidad o incluso complicaciones en los partos de las perras embarazas, son otras de las patologías que el equipo de investigadores de la Universidad de Las Palmas relaciona con el exceso de peso en los canes.

Cojeras y problemas para andar

El cuerpo de un perro que padece obesidad responde a la concentración de grasas en sus tejidos redondeando su figura. El peso de los lípidos que se acumulan en los tejidos explica la aparición de pliegues en la zona del abdomen, que se balancean cuando el perro anda o corre. Las calorías no consumidas se acumulan en unos tejidos denominados grasos (o adiposos). Pero el esqueleto del perro no siempre está preparado para soportar un peso muy por encima de su talla adecuada.
Los kilos excesivos ejercen una presión extra sobre los huesos del perro. No es extraño que aparezcan entoncescojeras, dolores articulares o artritis, como consecuencia de la compresión sobre las articulaciones del perro obeso. La grasa innecesaria que se acumula en los tejidos del perro obeso está relacionada, en ocasiones, con afecciones a la piel del perro, como alopecias o seborreas.

Menos longevidad en el perro obeso

Como ocurre en el caso de las personas con esta enfermedad, la esperanza de vida del perro obeso se acorta con respecto a los canes que gozan de un peso adecuado.
El sobrepeso tiene efectos sobre el ritmo cardiaco del perro. Al corazón le cuesta mayor trabajo bombear la sangre.
"La obesidad canina está relacionada con un aumento de la mortalidad en los canes, ya que los perros gordos no suelen, de media, vivir tantos años", advierte por su parte la Conferencia de Veterinaria Europea. La menor longevidad del perro gordo, recuerda el congreso, se explica en ocasiones no tanto por la acumulación de kilos, como por las enfermedades relacionadas con la obesidad de los canes.

Consejos

  • La obesidad es la enfermedad más común entre los perros. Para advertirla, basta con comprobar si somos capaces de palpar las costillas y la columna vertebral de nuestra mascota.
  • Asegúrese de que su perro realiza el ejercicio suficiente acorde con su edad y raza.
  • No sobrealimente a su mascota. Compruebe que la dosis de comida diaria es la adecuada para su tamaño, edad, raza, etc.
  • Si detecta algún síntoma de sobrepeso, elimine las golosinas. No dé sobras a su perro, ni abuse de la comida enlatada.
  • Un perro con sobrepeso necesita un cambio en su dieta; acuda sin falta a su veterinario para dirigir la realimentación del animal hacia su peso ideal.

viernes, 18 de abril de 2014


La coprofagia en perros


Definición

  Se trata del comportamiento que tienen nuestros animales cuando se comen las heces.
En la naturaleza hay especies que practican este tipo de actos habitualmente, como es el caso de los conejos, en los que realizan la digestión en dos veces por lo que la coprofagia es necesaria para asimilar todos los nutrientes siendo fundamental para su alimentación. En el caso de nuestros perros, es una conducta que tienen solo bajo determinadas condiciones, pudiendo tratarse de ingestión de material fecal propio o de otros animales. Suele ser además un hábito que desagrada mucho a los propietarios de perros, y es motivo en muchas ocasiones de consulta en la Clínica Veterinaria.

Tipos

Existen diferentes tipos de coprofagia:
1-Autocoprofagia: animal que se come sus propias heces.
2- Coprofagia intraespecífica: animales que comen heces de otros dentro de su misma especie.
3-Coprofagia interespecífica: animales que comen heces de otras especies.

Causas

Las causas más frecuente de coprofagia en los perros son:
1- Llamar atención: tienen este tipo de comportamiento para llamar nuestra atención, aunque sea para que los regañemos.
2- Curiosidad: se produce en cachorros que por curiosidad exploran su entorno y pueden
descubrir el sabor apetecible de las heces de otros animales alimentados con otra dieta. Es habitual en los perros la ingestión de heces de los gatos con los que comparten espacio en la misma casa.
3- Problemas digestivos: en perros que hacen heces blandas o diarreas aisladas, persisten en ellas nutrientes sin digerir por lo que al detectarlos, las ingieren de nuevo para digerirlos completamente. Esto se suele dar sobre todo en cachorros.
4- Aburrimiento: animales que pasan muchas horas solos o que no se les dedica la suficiente atención.
5- Ansiedad: animales que padecen mucho estrés por diversos motivos pueden tener este tipo de hábitos.
6- Limpieza: los animales distinguen zonas sucias de zonas limpias, por lo que algunos perros ingieren material fecal para mantener limpio su hábitat.
7- Instinto: algunas madres comen las cacas para quitar el olor y evitar así la presencia de posibles predadores.
8- Alimentación: en casos extremos en los que los animales no tienen suficiente comida pueden desarrollar este tipo de comportamientos.
9- Nutrición: hay casos de animales que no asimilan el pienso que les administramos por lo que pueden padecer deficiencias vitamínicas y minerales que desencadenen este
comportamiento.
10- Patologías: casos de perros adultos que de forma repentina desarrollan coprofagia deberán acudir a su Veterinario habitual para descartar posible patologías como insuficiencia pancreática exocrina para valorarlo tratarlo adecuadamente.

Para los dueños de perros que tienen este tipo de hábitos tan desagradables, es muy difícil entender lo que para nuestros perros es algo natural; la primera impronta comportamental que tienen los perros nada más nacer es que sus madres les limpian sus cacas cuando son cachorros comiéndoselas


Tratamiento

1- Comportamental: Deberemos intentar dedicarles más tiempo y mejorar su espacio en la medida de lo posible para evitar la aparición y desarrollo de éste tipo de comportamientos y otro tipo de estereotipias o comportamientos inapropiados. La educación siempre debe ser a través del refuerzo positivo. No es recomendable regañarles cuando se coman sus heces para evitar que se refuerce esta conducta y desarrollen estas conductas para llamar nuestra atención.
2- Ambiental: Algunos adiestradores recomiendan echar alguna sustancia desagradable para ellos sobre las heces y aumentar la frecuencia de recogida de las heces para evitar que tengan acceso a ellas.
3- Médico: Tanto en el caso de animales adultos como cachorros que desarrollen este tipo de hábitos, deberán someterse a una revisión veterinaria completa para descartar diversas patologías y tratarlas si es necesario: diarreas, pancreatitis, insuficiencia pancreática exocrina, síndrome de mal absorción … En ocasiones desaparece esta conducta al administrar encimas digestivas con la dieta de nuestros perros.
4- Nutricional: Solemos recomendar un cambio en la marca del pienso que comen nuestros animales por si se tratara de un problema particular de asimilación de nutrientes, así como complementar su dieta con un con vitaminas durante algún periodo de tiempo
Tratamiento preventivo
Será importante desparasitar frecuentemente a nuestros animales para evitar que por este tipo de comportamientos tengamos riesgo de que desarrollen parasitosis intestinales.
Los veterinarios recomendamos desparasitar cada 3 meses de rutina a todos nuestros animales domésticos para disfrutar de ello con total seguridad para toda la familia.
Si observas este tipo de comportamiento en tus animales no dudes en acudir al veterinario para que realice una revisión que descarte posible existencia de patologías que la estén originando


Fuente

jueves, 17 de abril de 2014


   El olfato de los perros es de los mejores de la naturaleza. Si las membranas situadas en la nariz de los perros fuesen extendidas, ellas serían mayores que el propio perro. 

   El olfato es el sentido más importante y desarrollado del perro, que en comparación con el olfato humano, posee una amplia ventaja, ya que la mayoría de los perros son dueños de alrededor de unos 200 millones de receptores olfativos en las fosas nasales, y algunos casi llegan a los 300 millones, como el Bloodhound, entre los sabuesos; mientras que el hombre, tiene tan sólo cinco millones, es decir, que el perro tiene cuarenta veces más células olfativas que el hombre, además atesoran una amplia memoria olfativa. El olfato del perro alcanza un área de 150 centímetros cuadrados; en el hombre esa área es de 5 centímetros cuadrados.

Hay olores que ante el ser humano pasan desapercibidos, y sin embargo, ante el perro no sucede lo mismo. Los olores, ayudan a los perros a orientarse y comunicarse; a través de ellos pueden percibir el estado de ánimo de las personas. El olfato en los perros, es 10.000 veces más sensible que su gusto.

El perro logra reconocer objetos y personas, de forma precisa, por medio de su olfato, por ejemplo, si tiramos una pelota a gran distancia, y cae en una pileta llena de pelotas iguales, el perro logrará reconocer cuál es la pelota que arrojamos, guiándose por el resto de sudor que ha permanecido en ella, esto es prueba de su gran capacidad olfativa.

Esta gran cualidad olfativa, lleva a que los perros colaboren en búsquedas de gente; los San Bernardo, son muy conocidos por rescatar gente perdida en la nieve, por ejemplo; y también están los perros utilizados para ubicar gente, que por terremotos, u otros motivos que hayan causado el derrumbe de un edificio, ha quedado bajo los escombros. La policía posee una división perros, que utiliza las habilidades olfativas de éstos, para hallar drogas y otras sustancias consideradas prohibidas; las razas más aptas para esta tarea son el Labrador Retriever, el Springer Spaniel Inglés, el Cocker Spaniel Inglés, el Pastor Alemán y los perros de tipo sabueso, como el Beagle.

Las hembras cuando están en celo, segregan sustancias llamadas feromonas, que poseen un olor que sirve de estímulo sexual a los machos; de este modo vemos cómo se relacionan los perros a través de los olores.

Como conclusión se puede observar, que para los perros el olfato no es tan sólo un detalle, sino que cumple múltiples funciones de gran importancia, y es entre todos sus sentidos, el más destacado.

lunes, 14 de abril de 2014


Mi Super Cachorro muerde todo ¿qué puedo hacer para corregir ese hábito?
Es normal que un perro quiera morder objetos. Pero ¿cuándo se vuelve un problema?

Primero echemos un vistazo a las causas:
  • Si estamos hablando de un cachorro, puede morder porque tiene comezón o dolor en las encías debido al cambio de dientes.
  • A cualquier edad, un perro puede morder objetos mientras está solo en casa porque se siente ansioso.
  • Los perros suelen morder objetos cuando estan aburridos. Masticar cosas les puede parecer divertido.
  • Un perro puede morder objetos simplemente por exploración.
Ahora hablemos sobre la importancia de los juguetes:
Los juguetes aportan mucho en la vida de un perro.

Por ahora nuestra intención es recalcar dos ideas:
  • No permitas que tu perro juegue con cosas que no debería morder. Por ejemplo, darle una chancla vieja es muy mala idea. Tu perro no sabrá distinguir entre las chanclas nuevas y las viejas y es probable que rompa algún zapato que aprecias.
  • Siempre ten a la mano un juguete que tu perro pueda morder. En cuanto lo pilles mordiendo un mueble u objeto, dile “NO” y luego dale el juguete que sí­ puede morder.

Soluciones y tips:
  • Si tu cachorro esta en el periodo de dentición, puedes darle una paleta de hielo que puedes hacer fácilmente. En un recipiente de plástico coloca unos pequeños trozos de salchicha de pavo o unas cuantas croquetas y llena el envase con agua. Después ponlo en el congelador. Cuando esté listo, saca la paleta y dásela a tu cachorro. El frío del hielo ayudará a aliviar su molestia y cuando descubra que la paleta tiene un premio dentro se entretendrá muchí­simo lamiendo el cubo de hielo.
  • Puedes untar un poco de salsa tabasco en los objetos que no quieras que muerda (por ejemplo en las patas de algún mueble). Tu perro aprenderá que morder dicho objeto es una mala experiencia y dejará de hacerlo.
  • Si tu perro muerde cosas cuando lo dejas solo en casa, déjalo con algún juguete interactivo (los juguetes interactivos son los que tienen una cavidad que puede ser rellenada con croquetas o premios) así­ mantendrá su mente ocupada. Recuerda que los perros necesitan ejercicio, actividad mental, explorar texturas, olores y tener nuevas experiencias. Proporciónale diferentes juguetes para que pueda canalizar su curiosidad a través del juego adecuado.
  • Procura que tu perro está cansado para cuando lo vayas a dejar solo en casa. Antes de irte dale un buen paseo o sal a correr con él. De esta manera estará relajado y su ansiedad disminuirá. Entrenar, hacer ejercicio y darle actividades mentales a tu perro, te ayudarán a combatir esa conducta.
Aquí te van unos ejercicios para mantener la mente de tu perro activa y estimular su inteligencia:
Busca tu comida: En lugar de servirle su comida en un plato, escóndele pequeños montoncitos en diferentes rincones de la casa o el patio (considera que no sean lugares peligrosos donde pueda romper algo o lastimarse). Eso estimulará su mente y desarrollará su olfato y capacidad de búsqueda.
Busca tu pelota: Esconde su pelota en un lugar accesible para él y después pídele que la encuentre. Las primeras veces tendrás que orientarlo un poco y felicitarlo cuando la encuentre. A las pocas repeticiones entenderá de qué se trata el juego y le encantará.
Saca las croquetas: Usa una botella de plástico vací­a. Quí­tale la tapa y coloca dentro de ella un puño de croquetas. Después dale la botella a tu perro y verás lo mucho que se divierte intentando obtener las croquetas del interior.


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viernes, 11 de abril de 2014


   Entrenar a tu perro para caminar sin jalar la correa es uno de los ejercicios más útiles, y a la vez más difíciles, de la obediencia canina.

Este es un ejercicio muy útil porque te permitirá ir con tu perro a cualquier parte, sin preocuparte por tener que controlarlo.

Al mismo tiempo es un ejercicio difícil de entrenar porque no requiere mucha precisión y tiene una duración extrema. Parece irónico que un ejercicio de poca precisión sea difícil de entrenar, pero la falta de precisión del ejercicio dificulta la evaluación los criterios de adiestramiento canino.

De cualquier manera, una vez que consigas los criterios básicos explicados en este artículo, te será más fácil continuar el adiestramiento de este ejercicio que es fundamental para todos los perros.

Además de ser un ejercicio muy útil en la vida cotidiana, enseñarle a tu perro a caminar sin jalar la correa también le enseñará autocontrol en diferentes circunstancias. Y ten por seguro que la práctica de este ejercicio te ayudará a desarrollar tus habilidades de observación del comportamiento canino, tu timing y tu tasa de reforzamiento.

Es importante que no confundas el caminar sin jalar la correa con el ejercicio de "Junto" de la obediencia competitiva. "Junto" es un ejercicio de alta precisión en el que se les exige a los perros que caminen al lado de sus guías, perfectamente alineados. Es algo así como un desfile de dos, un perro y un humano, en el que se debe mantener la línea todo el tiempo.

En cambio, caminar sin jalar la correa sólo exige que los perros caminen cerca de sus guías, sin arrastrarlos ni tensar la correa.

Antes de empezar a entrenar este ejercicio, tu perro debe estar acostumbrado a usar el collar y la correa. Si todavía no ha aprendido a usar estos elementos, enséñale a tu perro a usar el collar y la correa antes de empezar el adiestramiento de este ejercicio.
¿Porqué los perros jalan la correa al pasear?

Seguramente has visto muchas personas paseando a sus perros por las calles. Quizás hayas notado que la mayoría de estos perros van muy adelantados, y la correa siempre está tensa. En algunos casos, quizás hayas notado que los perros en realidad están arrastrando a sus dueños, en lugar de ir paseando con ellos.

La razón por la que los perros jalan la correa es porque esta conducta es reforzada desde que son cachorros. Esos perros que están acostumbrados a jalar la correa no conocen otra manera de llegar a donde quieren ir.

Desde la perspectiva de sus dueños, el paseo es algo así como "este perro no me va a hacer caminar más rápido", mientras que la perspectiva del perro es algo así como "este humano es tan lento que tengo que jalar mucho para que camine un poquito".

Como el humano sigue a su perro cada vez que éste jala la correa, el perro aprende que ésa es la forma correcta para llegar a donde quiere ir. Si quiere ir al parque debe jalar la correa, si quiere saludar a otro perro debe jalar la correa, etc.

Ten muy en cuenta este aspecto, porque a partir de ahora tu perro no deberá llegar a ningún lado cuando jala la correa. Desde este momento, jalar la correa se convertirá en sinónimo de inmovilidad.

Para que comprendas mejor la dificultad de este ejercicio, imagina que eres un niño de 10 años y tu papá te lleva al cumpleaños de uno de tus amigos (si eres un niño de 10 años sólo imagínate el cumpleaños, jeje). Pero cuando llegan ahí, tienes que estar al lado de tu papá todo el tiempo, sin importar que los otros niños estén jugando, que en el patio trasero haya un espectáculo de magia o que el cumpleañero (medio loco) esté regalando Wii o Supernintendos a los niños más activos. ¿Te quedarías al lado de tu papá?

Bueno, ese escenario es similar a lo que exigimos a nuestros perros cuando tienen que caminar sin jalar la correa en la calle o en el parque.
Tu perro camina 15 pasos con la correa floja en un ambiente sin distracciones (Criterio 1)

Estás con tu perro sujeto a la correa, en un lugar tranquilo y sin ningún tipo de distracciones (el lugar de adiestramiento canino). Sujeta la correa con tus dos manos, pegadas contra tu barriga para que tu perro no las pueda mover si jala la correa.

Espera a que tu perro esté tranquilo (sin saltar, ladrar, etc.) y sin tensar la correa. Entonces, haz click y dale un pedacito de comida. Inmediatamente, y sin darle tiempo a tu perro para que se aleje, haz click nuevamente y dale otro pedacito de comida. Repite esto entre cinco y 10 veces.

Como estarás con las dos manos ocupadas sujetando la correa, es mejor que hagas click con la lengua o uses una palabra corta y bien diferenciada. No te preocupes si antes no has cargado estos reforzadores condicionados. Al hacer el ejercicio los cargarás.

¿Qué es una correa floja?

Debes tener muy claro qué es una correa floja para poder hacer click cuando esto ocurre. La correa estará floja, es decir que no estará tensa, cuando cuelgue completamente formando una "U". Si la correa no forma una "U", está tensa aunque tu perro no esté jalando con fuerza.

Después de haber hecho click unas cuantas veces cuando la correa está floja, empieza a caminar. Da un paso y, si tu perro mantiene floja la correa, haz click y dale otro pedacito de comida.

Luego, da dos pasos y, si tu perro mantiene floja la correa, haz click y dale un pedacito de comida.

Repite el procedimiento aumentando un paso en cada repetición. Como puedes ver, estás aplicando el procedimiento de los 300 picotazos para aumentar gradualmente los pasos que das sin que tu perro jale la correa.

El momento en que tu perro tense la correa, retrocede hasta el punto de inicio y vuelve a empezar el procedimiento, dando un solo paso. No necesitas volver a hacer click varias veces antes de empezar a caminar, pero empieza desde el primer paso.

Si no tienes un lugar de adiestramiento suficientemente largo como para dar 15 pasos, camina en círculos. En este caso, cuando tu perro tense la correa, retrocede algunos pasos hasta que tu perro vuelva a estar cerca de ti sin tensar la correa.

No es necesario que retrocedas muchos pasos, pero sí es necesario que tengas suficiente espacio como para retroceder al menos dos o tres pasos.

Cuando puedas caminar 15 pasos sin que tu perro jale la correa, en dos sesiones consecutivas, pasa al siguiente criterio de adiestramiento. Recuerda que no necesitas completar estos 15 pasos en una sola sesión de adiestramiento canino, sino que puedes hacerlo en varias sesiones.

Para terminar la sesión, simplemente quítale la correa a tu perro y juega con él o dale unos cuantos pedacitos de comida.

Nota que no usas ninguna orden para este ejercicio, y no la usarás en ningún criterio. La única señal para que tu perro camine sin jalar la correa, es la correa misma. Por tanto, no necesitas una orden adicional.
Tu perro camina 15 pasos con la correa floja hasta un punto focal (Criterio 2)

El procedimiento es similar al del criterio anterior, pero debes poner un punto focal en el lugar de adiestramiento y caminar en línea recta hasta ese punto sin que tu perro jale la correa. El punto focal debe ser algo que tu perro quiera conseguir. Puede ser una puerta (si tu perro quiere ir a otro lugar), un juguete, un recipiente con un poco de comida, una persona, etc. Sin embargo, todavía no debe ser una atracción muy intensa.

Empieza a caminar hacia el punto focal. Das un paso y, si tu perro mantiene floja la correa, haces click y le das un pedacito de comida. Continúas caminando y das dos pasos. Si tu perro mantiene floja la correa, haces click y le das la comida.

Sucesivamente aumentas un paso más hasta que puedes caminar 15 pasos hasta el punto focal sin que tu perro jale la correa.

Si tu perro tensa la correa, retrocede hasta el punto de inicio y empieza el procedimiento de nuevo.

Cuando llegues al punto focal sin que tu perro tense la correa, haz click y permítele que alcance ese punto. Es decir, si tu punto focal es un recipiente con comida, permítele que coma del recipiente. Si el punto focal es un juguete, permítele a tu perro jugar con él. Si el punto focal es una puerta, permítele cruzarla (el recinto contiguo debe ser cercado y seguro para tu perro). En cualquiera de estos casos, suelta la correa después de hacer click y, si tu perro se te queda mirando, dale un pedacito más de comida.

Idealmente necesitarías un espacio que te permita caminar al menos 120 pasos hasta el punto focal. La mayoría de la gente no tiene tanto espacio en un lugar sin distracciones. Si no tienes tanto espacio, simplemente usa la mayor distancia posible entre el punto de partida y el punto focal, y haz suficientes repeticiones como para caminar toda esa distancia de una sola vez sin que tu perro jale la correa.

Por ejemplo, si el espacio que tienes te permite caminar solamente cinco pasos, la secuencia de adiestramiento será similar a la siguiente:
1 paso, click, comida
1 paso, 2 pasos, click, comida
1 paso, 2 pasos, el perro tensa la correa
Retrocedes hasta el punto de inicio
1 paso, click, comida
1 paso, 2 pasos, click, comida
1 paso, 2 pasos, 3 pasos, click, comida
1 paso, 2 pasos, 3 pasos, 4 pasos, click, comida
1 paso, 2 pasos, 3 pasos, el perro tensa la correa
Retrocedes hasta el punto de inicio
1 paso, click, comida
1 paso, 2 pasos, click, comida
1 paso, 2 pasos, 3 pasos, click, comida
1 paso, 2 pasos, 3 pasos, 4 pasos, click, comida
1 paso, 2 pasos, 3 pasos, 4 pasos, 5 pasos, click, comida, sueltas la correa y permites que el perro alcance el punto focal
Vuelves al punto de inicio
1 paso, 2 pasos, 3 pasos, 4 pasos, 5 pasos, click, comida, sueltas la correa y permites que el perro alcance el punto focal (si el perro tensa la correa reinicias con un solo paso, hasta que puedas caminar los 5 pasos de una sola vez; puedes hacerlo en varias sesiones de adiestramiento)

Posibles problemas al enseñarle a tu perro a caminar sin jalar la correa

- Tu perro se distrae con mucha facilidad

Entrena en un lugar diferente en el que no existan distracciones de ningún tipo. Este ejercicio es difícil para los perros y tienes que empezar en un lugar muy tranquilo en el que puedas controlar las distracciones.

También puedes hacer una secuencia rápida con cinco repeticiones de click-comida, antes de empezar la sesión.

- Tu perro se vuelve loco cuando tomas la correa

Muchos perros se ponen como locos cuando sus dueños toman la correa. Esto es el resultado del condicionamiento clásico, ya que a la mayoría de los perros les gusta mucho salir a pasear.

Sujeta la correa varias veces durante el día, en ocasiones en que no vayas a sacar a pasear a tu perro. Simplemente toma la correa y tenla contigo por un tiempo, ignorando las "locuras" de tu perro. Luego, vuelve a dejarla en el lugar de costumbre y repite el procedimiento varias veces. De esta forma extinguirás la conducta de tu perro.

Asegúrate de hacer este procedimiento tantas veces en un solo día que las conductas que hace tu perro cuando se "vuelve loco" se extingan antes que tengas que volver a sacarlo a pasear. Si no extingues esas conductas rápidamente, solamente estarás poniéndolas en un programa de reforzamiento variable, y estarás haciéndolas más resistentes a la extinción. Si es necesario, practica esto durante el fin de semana para que puedas dedicarle suficiente tiempo al adiestramiento canino.

- Tu perro salta y ladra antes de que le pongas la correa

La respuesta al problema anterior te ayudará con este problema. Sin embargo, también debes asegurarte de nunca ponerle la correa a tu perro si está muy entusiasmado. Antes de ponerle la correa espera a que se tranquilice, incluso cuando vayas a sacarlo a pasear. No le pongas la correa mientras no se controla.

- Tu perro te salta encima cuando empiezas a caminar

Detente, espera a que tu perro se tranquilice y dale un pedacito de comida cuando esto ocurra. No le des la comida inmediatamente después que te saltó encima, sino que espera unos segundos hasta que esté tranquilo. Luego retorna al lugar de inicio y vuelve a empezar el adiestramiento.

Mantén una tasa de reforzamiento muy alta para no darle a tu perro tiempo para saltarte encima.

- No puedes caminar en línea recta (Criterio 2) porque tu perro va hacia todos lados

Existen muchas distracciones en el lugar de adiestramiento y tu perro encuentra muchos puntos focales. Asegúrate que lo único que llame la atención de tu perro sea el punto focal que has elegido. Si es necesario, cambia de lugar de adiestramiento.

- Tu perro tensa la correa aunque está cerca de ti

Si tienes una correa reglamentaria de dos metros, esto es imposible. Quizás estás sujetando mucha correa en tus manos. Dale un poco más de correa a tu perro.

Si tienes un perro de raza pequeña (chihuahua, Yorkshire terrier, etc.) o un cachorrito, quizás te resulte más fácil si consigues una correa un poco más larga, por ejemplo de dos metros y medio.

- Tu perro se queda rezagado

Si tu perro se queda rezagado puedes guiarlo unas cuantas veces con la comida. Simplemente muéstrale un pedacito de comida sobre la palma de tu mano y dáselo cuando se acerque a ti. Si tu perro se tira al suelo y no quiere caminar, ten mucha paciencia con este procedimiento. Quizás necesite más tiempo para aprender a usar el collar y la correa.

- No puedes pasear a tu perro sin que jale la correa

Tu perro todavía no está listo para pasear sin jalar la correa. No esperes que camine perfectamente por la calle cuando todavía está aprendiendo a hacerlo en lugares sin distracciones. Mientras tanto, revisa las alternativas para enseñarle a tu perro a caminar sin jalar la correa.

lunes, 7 de abril de 2014


 
   Algunos perros tienen un apetito bastante voraz siempre dispuestos a comer de todo, pero en ocasiones simplemente se aburren de probar siempre lo mismo y llega un punto en el que se niegan a comer. Cuando esto ocurre los dueños suelen preocuparse por la salud de su mascota, por eso en unComo.com te damos algunos consejos para que sepas qué hacer si tu perro no quiere comer su pienso.

Instrucciones

  1. Puede que la solución sea más simple de lo que parece, a veces a tu perro no le gusta el pienso que está comiendo, nunca le ha gustado, pero se lo comía porque no había opción, hasta que en un punto decide no probarlo más. Por eso cuando observes que ha dejado de hacerlo una buena idea es cambiar el sabor e incluso la marca y experimentar si le agrada.
  2. Ante una pérdida del apetito la opción no es darle alimento humano, este lógicamente le parecerá más delicioso pero no contiene los nutrientes y vitaminas necesarias además podría enfermarlo, por eso no sustituyas el pienso por la comida preparada por ti, esfuérzate por encontrar el sabor correcto.
  3. Puedes mezclar las comidas, usar dos tipos de pienso diferentes o alimento seco y enlatado, uno para la mañana y otro para la noche o cambiándolos en la semana, esto le permitirá sentir una mayor variedad y estar más entusiasmado.
  4. Escoge alimentos con olores que puedan resultar atractivos para tu perro, pues mientras más fuertes sean los aromas más deseo tendrá el animal de comer.
  5. Durante los primeros cambios y pruebas de nueva comida quédate cerca de tu mascota mientras come, a veces él disfruta de nuestra compañía al comer y por eso se acerca a nosotros cuando lo hacemos. Puede resultar una nueva estrategia para que recupere el apetito.
  6. Recuerda que es normal que los perros se aburran de comer siempre el mismo alimento por eso no esperes a que pierda las ganas de hacerlo para cambiar de pienso, puedes ir variando al combinar dos tipos de alimento o entonces cambiar cada pocos meses a uno nuevo.
  7. Si a pesar de todos estos cambios tu mascota continua sin comer lo mejor es que lo lleves al veterinario para detectar si se encuentra bien de salud.
Fuente

sábado, 5 de abril de 2014


   ¿Es verdad? ¿Es venenoso el chocolate para los perros? La respuesta es sí. Sin embargo, el riesgo para el perro depende del tipo de chocolate, del tamaño del perro y de la cantidad ingerida.

El componente del chocolate que resulta tóxico para los perros se llama teobromina. Mientras que los humanos metabolizan la teobromina fácilmente, los perros lo hacen mucho más lentamente, lo que permite que se acumule en su organismo hasta alcanzar niveles tóxicos.

El tamaño importa

Un perro grande puede ingerir mucho más chocolate que un perro pequeño, antes de empezar a tener efectos adversos. También conviene recordar que los diferentes tipos de chocolate tienen distintos niveles de teobromina. El cacao, el chocolate para cocinar y el chocolate negro contienen los niveles más altos, mientras que el chocolate con leche y el chocolate blanco tienen los más bajos.

Si su perro consume una pequeña cantidad de chocolate, probablemente sólo le produzca un malestar estomacal. Podría vomitar o tener diarrea. Sin embargo, cantidades mayores tendrán efectos más graves. En cantidades suficientes, la teobromina puede producir temblores musculares, convulsiones, un latido cardíaco irregular, hemorragias internas o un ataque al corazón.



Qué hay que vigilar
La fase inicial del envenenamiento por teobromina normalmente se manifiesta con una hiperactividad severa.

No se preocupe si su perro se ha comido una chocolatina o se ha zampado la última onza de una tableta de chocolate, ya que ésto no aporta una dosis de teobromina lo suficientemente alta como para hacerle daño. Sin embargo, si tiene un perro pequeño que se ha comido una caja de bombones, debe llevarlo al veterinario inmediatamente. Y si se trata de chocolate negro o amargo, en cualquier cantidad, es mejor pecar de cauteloso. El alto nivel de teobromina que tiene el chocolate negro hace que se necesite sólo una pequeña cantidad para que perro resulte envenenado: tan sólo 25 gramos pueden ser suficientes para envenenar a un perro de 20 kilos.

El tratamiento habitual del envenenamiento por teobromina consiste en inducir el vómito en el plazo de dos horas tras la ingesta. Si está preocupado porque su perro puede haber comido una gran cantidad de chocolate, no dude en llamar a su veterinario. El tiempo es de vital importancia.


jueves, 3 de abril de 2014


El 15 de abril del año 1912 sucedió hasta hoy, la tragedia marítima más famosa de la historia, que costó la vida de 1.514 personas durante su hundimiento, en las aguas heladas del Atlántico. Sin embargo, nadie conocía que tres de los 12 perros que viajaron en el Titanic lograron sobrevivir.
Al cumplirse el centenario de esta tragedia, la Widener University Art Gallery de Pensilvania presentó una exposición fotográfica dedicada exclusivamente a los canes que viajaron en el famoso crucero y que lograron sobrevivir a las gélidas temperaturas del Océano Atlántico.
Según el historiador J. José Edgette, los perros que se salvaron eran muy pequeños, lo que no significó un problema para sus dueños en llevarlos en los brazos y subirlos a las balsas salvavidas.
Asimismo, Edgette manifestó que dos de los perros sobrevivientes eran de raza Pomeranians, y al ser muy pequeños, sus amos pudo envolverlos como si fuera un bebé para que ningún miembro de la tripulación lo notase.
El otro perro que se salvó era un Pekinés llamado Sun Yat-sen, que pertenecía a la familia Harper de la firma editorial de Nueva York, Harper & Row.
El historiador contó, además, que el privilegio de llevar mascotas a bordo sólo era de los pasajeros de primera clase, quienes en algunos casos, se daban el lujo de obtener pólizas de seguro para sus animales.
“La tripulación fue muy respetuosa y a los pasajeros de primera clase se les dio lo que querían para mantenerlos contentos”, agregó.
Por otra parte, se contó también la historia de Ann Elizabeth Isham, de 50 años, quien llevó a su perro, un Gran Danés, a viajar con ella en el Titanic. Durante el hundimiento, la mujer escapó en un bote con su perro, pero que por su tamaño era imposible que sea salvado. Luego de algunos días al naufragio, testigos indican que encontraron el cuerpo de la pasajera aferrada a la de su amigo can, ambos sin vida.