jueves, 30 de abril de 2015

La alimentación sana tiene beneficios en perros y gatos

Comer de forma apropiada tiene sus beneficios, BARF para perros y gatos

    Uno de los momentos clave en la vida de todo nuevo “dueño” de perros o gatos es cuando toca decidir qué dar de comer a su nuevo amigo/a. Son muchos los motivos que nos llevan entonces a optar por alguno de los productos comerciales habituales como publicidad, recomendaciones, falta de información o la propia conveniencia.

Desgraciadamente, muchos de estos humanos, entre los cuáles nos encontrábamos, vuelven a replantearse el tema de la alimentación cuando estos comienzan a sufrir algún problema de salud como alergias, pancreatitis o problemas del tracto intestinal, por mencionar algunos de ellos. Y no son casos aislados, de hecho y de acuerdo con la PFMA (asociación de fabricantes de comida para mascotas en el Reino Unido), son cada vez más los casos de perros y gatos que sufren algún problema relacionado con la alimentación, como el sobrepeso (de un 30% a un 60% de los casos, según estadística consultada) o la diabetes.

Esto está provocando un despertar de los amantes de perros y gatos a los que empieza a preocuparles lo que sus amigos animales consumen todos los días, según estudios propios el 63% tiene dudas de si la comida comercial como el pienso es lo más sano para su animal y el 5% ya ha empezado a prepararle la comida en casa, para estar completamente seguro de lo que le aporta.

La verdad sobre los piensos comerciales

La comida comercial o piensos no existen desde hace mucho cuando, a finales del siglo XIX, un empresario americano, en un viaje a Reino Unido, descubre a los perros buscando comida entre los barcos y decide darle solución comercial mediante galletas, los precursores de los piensos de hoy. Cien años dan para muchos avances, sin embargo, no es lo mismo el avance producido en la alimentación humana, tanto en variedad como en garantías, como en la de animales, a los cuáles en la mayoría de países se siguen considerando a ojos de la ley como cosas sin derechos jurídicos. La consecuencia es que hoy, salvo contadas excepciones, no sabemos realmente lo que contiene la comida convencional (piensos), por ejemplo:

· Ingredientes altamente procesados y calentados que han perdido la mayoría de sus nutrientes naturales.

· Químicos añadidos para compensar pérdidas por el proceso y para alargar la vida del compuesto.

· Excesiva cantidad de cereales y subproductos del cereal (mínimo de un 40% y hasta un 80%!) como componente principal.

· Ingredientes no identificados de manera individual, de manera que, de lote a lote, estos pueden cambiar según el precio del mercado

· Subproductos cárnicos de baja calidad, de los cuáles es imposible saber procedencia ni composición.


Pero si los piensos no son la respuesta, ¿cuál es la respuesta?

   Pues la dieta que la naturaleza les diseñó para comer durante miles de años, su dieta evolutiva, también llamada Alimentación Cruda Biológicamente Apropiada o BARF en inglés. La dieta BARF es simple en su filosofía y construcción; estudia la dieta de los ancestros de nuestros animales en su hábitat (lobo y gato salvaje) e imita ese tipo de régimen alimenticio usando ingredientes naturales crudos e integrales.

En el caso del gato, que es un obligado carnívoro y un cazador, la dieta biológicamente apropiada está basada en gran medida en comida derivada de animales. Básicamente, cualquier nutrición que imite una presa de animal fresca y cruda – en su totalidad – constituye una dieta biológicamente apropiada.





En el caso del perro, que es un omnívoro (con un pasado carnívoro), un cazador y un carroñero, la dieta biológicamente apropiada se basa en un rango más amplio de comidas crudas principalmente de animales pero también de plantas. Tanto perros como gatos requieren además de huesos como una parte importante de sus dietas por una variedad de razones incluyendo los múltiples nutrientes, sin olvidar su efecto limpiador bucal natural.

Los beneficios de cambiar a una alimentación BARF son múltiples, y tienen su origen principal en la mejora del funcionamiento gastrointestinal de los animales. Como ya decía Hipócrates “Toda enfermedad comienza en las tripas”.


Los beneficios de una dieta BARF para perros y gatos

1. Un buen sistema inmunitario, para un animal sano y resistente

El intestino grueso de nuestros perros y gatos está cubierto de millones de bacterias “sanas”, la flora intestinal. Una flora sana descompone la fibra y produce las vitaminas K y la biotina, a la vez que es muy sensible a agresiones exteriores como los antibióticos, el estrés y una alimentación inapropiada.





Alimentando a un carnívoro a base de cereales como ingrediente principal puede afectar el ambiente intestinal negativamente, causando irritación de las paredes intestinales y llevando a síntomas como diarreas e inapetencia. También queda afectado negativamente el sistema inmunitario que puede provocar alergias. Una alimentación a base de carne como ingrediente principal es el requisito de una flora intestinal sana y por lo tanto de un sistema inmunitario al 100%.

2. Una digestión perfecta, para un animal feliz y sin molestias

Los estómagos de perros y gatos suelen tener un pH de 1-2, o sea bastante más ácido que el de los seres humanos (2-3), sin embargo, con una alimentación basada en cereales el estómago se vuelve más alcalino llevando a varios problemas como la ralentización del vaciado gástrico. Por el contrario, la comida natural basada en carne ayuda a que el pH del estómago se mantenga en sus valores bajos, ácidos, asegurando un óptimo funcionamiento del páncreas y el hígado, dos órganos cruciales para la digestión.





Las enzimas son otro elemento clave para todo el proceso digestivo. La comida “viva” o natural cruda está llena de enzimas naturales que facilitan el trabajo al páncreas ya que este tiene que producir menos enzimas que cuando tu perro o gato ingiere comida cocida o procesada. En los ambientes ácidos estas enzimas florecen todavía más y permiten una óptima digestión sin causar a tu animal molestias innecesarias.

Lo que suele ayudar en todo este proceso es el hecho de que la comida cruda contiene agua natural. El pienso carece de agua, se hincha en el estómago de tu perro o gato y tiene un tiempo elevado de transición por el tracto gastrointestinal (10 a 16 horas para el pienso frente a 4 a 6 horas para la comida natural cruda). Por eso, la digestión del pienso es mucho más difícil, lo que, con el tiempo, puede dar origen a problemas gastrointestinales y también renales, por la falta de agua.

3. Más nutrientes y mejor absorción, para un animal activo y lleno de energía

La comida natural cruda prevé, entre otros, la inclusión de frutas, verduras y huesos carnosos crudos en la dieta. Al no ser procesada ni cocinada, conserva todas sus ingredientes y por lo tanto nutrientes en su estado natural y puro, como las proteínas, que no se degradan permitiendo su fácil digestión.

Las frutas y verduras crudas son una excelente fuente de fibra y micronutrientes como vitaminas y minerales, que contrariamente a los aditivos artificiales, son fácilmente absorbidos por el organismo de los perros y gatos. Además proporcionan antioxidantes que ayudan a mantener la salud de tejidos como la piel y las mucosas del cuerpo – actúan como factores anti-edad naturales. Y los huesos crudos son cepillos dentales naturales para perros que garantizan unos dientes limpios, evitan el sarro, aseguran unas encías saludables y lo que es más, proporcionan a tu perro un amplio espectro de nutrientes que necesita, como minerales, vitaminas, proteínas, grasas, antioxidantes naturales y hierro. También ayudarán a tu perro a equilibrarse emocionalmente ya que le permiten rasgar y desgarrar su alimento como hacían sus antecesores cazadores y carroñeros.



Cada vez más humanos se sorprenden al ver los efectos de una dieta natural cruda después de sólo unos meses en sus perros y gatos: un pelo más brillante, reducción del riesgo de alergias a alimentos, dientes más sanos, buen aliento, mejora del control de peso, reducción de las heces y de su olor, menor pérdida de pelo y mayor apetito son algunos de ellos. En general mayor salud, actividad y longevidad – algunos incluso van menos al veterinario.

Fuente

jueves, 23 de abril de 2015


   Casi la mitad de los perros mayores de diez años tiene riesgo de padecer cáncer, una grave enfermedad que se puede detectar a tiempo con la palpación.

Conocer los factores que aumentan el riesgo de cáncer en el perro, aprender a palpar al can para detectar posibles tumores y reconocer a un perro enfermo son los primeros pasos para evitar el avance de esta grave dolencia en nuestra mascota. Pero una vez que el perro tiene cáncer, ¿cómo debemos actuar? En este artículo se explican todas las claves anteriores y cómo atender al can enfermo para calmarle el dolor.

Saber que el perro padece cáncer cambia de manera radical el tipo de relación y las pautas de convivencia con él. El cáncer es la principal causa de muerte no accidental en los perros. "Casi el 50% de la población canina de más de diez años tiene riesgo de desarrollar esta enfermedad", explica Juan Antonio Aguado, veterinario y profesor de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid.

Factores de riesgo del cáncer en el perro

   Lo habitual es que el cáncer se origine en una sola célula, que sufre mutaciones genéticas. No obstante, aunque todavía se desconoce por qué ocurre, hay factores de riesgo en el perro que le hacen más propenso a padecer esta grave enfermedad.

1. La edad. Se registran más casos de cáncer en perros de mediana o avanzada edad.
2. La raza. Ciertas razas caninas tienen mayor predisposición a padecer cáncer. Es el caso del Bóxer, Pastor Alemán, Scottish Terrier y Golden Retriever.
3. El sexo. Algunos tipos de cáncer afectan más a las hembras de perro, como es el caso de los tumores mamarios.
4. Tamaño del perro. Algunos tumores óseos son más frecuentes en perros de más de 20 kilos, es decir, en razas grandes o gigantes.
5. Factores genéticos. Debido a su herencia genética, hay perros con predisposición a padecer determinadas patologías, entre ellas, ciertos tipos de cáncer.

Explorar al perro para detectar el cáncer a tiempo

   Los chequeos veterinarios y las revisiones en casa son fundamentales para detectar bultos o protuberancias que puedan anunciar los primeros estadios del cáncer en el perro. Frente a esta situación, lo primero es acudir al veterinario.

La mejor manera de detectar bultos es palpar cada día al perro. Se puede aprovechar el momento del cepillado, los juegos, el baño o las caricias a la mascota. La manera de revisar al animal consiste en aplicar con los dedos una ligera presión en zonas como las ingles, vientre, abdomen y cuello.
Reconocer a un perro enfermo

El cáncer del perro es una enfermedad asociada a ciertos síntomas. Entre ellos:

  • Bultos anormales permanentes o que crecen.
  • Úlceras que no cicatrizan.
  • Pérdida de apetito y de peso. Dificultad para comer o tragar.
  • Hemorragias, cojera o rigidez muscular en las extremidades.
  • Dificultad para respirar, orinar o defecar.

Frente a estos síntomas, es recomendable consultar al veterinario. Cuando el perro tiene cáncer, la esperanza de vida de nuestro amigo depende, en buena medida, de un diagnóstico precoz de la enfermedad.

El perro tiene cáncer, ¿cómo actuar?

   Los dueños de un perro con cáncer se plantean varias cuestiones, explica Aguado. "Preguntan si es un proceso irreversible, quieren saber si su perro va a soportar el dolor y cuánto tiempo podrá vivir antes de que muera o haya que practicarle la eutanasia", explica el veterinario.

Los tratamientos paliativos, que retrasan el proceso de deterioro de la salud y calman el dolor, con analgésicoscomo la morfina, ayudan a mejorar la calidad de vida del perro enfermo que padezca una grave enfermedadcomo el cáncer. El tratamiento del cáncer en perros con quimioterapia está también muy avanzado hoy en día. Su efectividad se puede equiparar al que tiene este tipo de medicación en personas. Un tratamiento de quimioterapia en el perro puede durar desde algunos días hasta 18 meses, según el diagnóstico del animal.

Cuando el estado de salud del perro con cáncer se deteriora, lo habitual es que haya que practicar la eutanasia. "Los dueños son los que deben elegir el momento en que no pueden seguir adelante con su perro enfermo porque, está claro, esta situación implica un gran desgaste y sufrimiento para la familia", añade Aguado.

El cáncer puede dar cierta tregua en sus primeros estadios de desarrollo cuando se aplica un tratamiento paliativo, pero hay ciertos síntomas que nos deben alertar de que el perro sufre, no tiene calidad de vida y le queda poco tiempo de vida. "Cuando el perro deja de comer, no puede caminar o se hace sus necesidades encima, es recomendable practicar la eutanasia: en esta situación, el perro no vive, sino que padece, y el primer objetivo debe ser evitar el sufrimiento del perro", reconoce Aguado.