jueves, 6 de agosto de 2015


   El adiestramiento de protección (cuando se ha hecho adecuadamente) es el más exigente y difícil que hay en el adiestramiento canino. La mayoría de los perros pueden aprender obediencia, rastreo o Agility, pero pocos perros pueden adiestrarse para la protección del guía.
A menudo oigo a la gente decir, mi perro no ha sido adiestrado en defensa pero yo sé que si alguien viniera en busca de mí, él me protegería. En el 99% de los casos esto es lo que desea el que lo piensa. El hecho real, es que la mayoría de los perros cuando se sientan amenazados mostrarán precaución y saldrán corriendo dejando a su guía defenderse por sí mismo.
La razón para esto se basa en el temperamento de los perros. En el sentido más simple el adiestramiento para morder se basa en la capacidad de un perro para tratar con la tensión. Un buen perro de protección se enseña desde una edad temprana para actuar de una manera apropiada cuando se sienta amenazado. Se le enseña que mostrar evitación y salir corriendo no resuelve su problema.
Para tener éxito en este entrenamiento los guías necesitan poseer unos completos conocimientos de los instintos que gobiernan el temperamento de los perros en el trabajo de defensa. Son los siguientes:
  • Instinto de caza
  • Instinto de defensa
  • Instinto de lucha
  • La evitación
Si su meta está en aprender como adiestrar un perro en el trabajo de defensa, su labor comienza por comprender estos instintos y como interaccionan el uno con el otro. Si un adiestrador no comprende al 100% el desarrollo del instinto tampoco puede ni siquiera comenzar este trabajo porque nunca va a lograr nada en el entrenamiento de la defensa.
Si usted es nuevo en este deporte, necesita escuchar lo qué le voy a decir sobre los instintos y luego o mira mi vídeo sobre el tema (Los primeros pasos en el trabajo de la mordida - Vídeo 101 B) o acude a un adiestrador experimentado y aprender de él. Cada vez que mire a un perro que trabaja la mordida debería pensar "¿Qué instinto usa el perro y por qué?"
Si puede observar un figurante experimentado trabajar un perro debería pensar "¿Qué instinto del perro está sacando el figurante?" Y cuando cambien los instintos, intente reconocer cuando sucede y por qué.
En mi grabación definiré y demostraré los instintos que muestran los perros que tienen buenos instintos y los que muestran los perros que carecen de ellos. Quiero que el espectador reconozca cuando un perro tiene potencial para el trabajo de defensa. Posiblemente sea tan importante como el que quiero que ellos comprendan cuando un perro no ha heredado el instinto necesario y por lo tanto no puede adiestrarse para el trabajo de protección.
Exactamente desde el comienzo, todos necesitan comprender que los perros heredan los instintos para el trabajo de protección. Es un factor genético y no un factor de adiestramiento ni un factor de la raza. Dicho de otra manera, si un perro no tiene los genes para el trabajo de protección, no podrá entrenar los instintos en el perro. Simplemente porque un perro sea un Pastor Alemán, no significa que pueda adiestrarse en el trabajo de mordedura. Sería como decir simplemente que porque tengo un caballo piense que pueda correr en el Derby de Kentucky.
La primera parte de la grabación trata de definir los instintos caninos usados en el trabajo de protección. Entonces seguiremos los pasos del adiestramiento del perro, el guía y el figurante. Para ser efectivo en el entrenamiento de protección el guía y el ayudante deben de trabajar en equipo.

Instinto de caza

El instinto de caza es el más fácil de ver y comprender en nuestros perros. Puede reconocerse en una cachorro a la temprana edad de 6 semanas. El instinto de caza es el deseo de perseguir un objeto en movimiento, para cogerlo y sacudirlo una vez sea capturado. Los cachorros exhiben el instinto de caza cuando persiguen una pelota o juegan a estirar o luchan con la pata de su pantalón o con su manga. Los perros de caza que cobran un muñeco también demuestran instinto de caza.
Cuando ve a un perro que persigue un conejo, un gato o un Frisbee, está observando su instinto de caza en acción. En SCHUTZHUND o en el adiestramiento para protección, cuando un perro agarra al figurante que corre, está trabajando la caza. Cuando un perro más viejo persigue suelto de la correa a un figurante que escapa en el campo de trabajo y le muerde, el perro también trabaja el instinto de caza.
Cuando un perro trabaja la caza no se siente amenazado. El trabajo de caza es un instinto cómodo para el perro que lo realiza. Los perros ven el trabajo de caza como un juego, para ellos es un juego de luchar y estirar. No se sienten estresados cuando juegan a ésto.
Piense en el Labrador que persigue una pelota, no se siente amenazado después de cazar su pelota. Cuando un perro está mordiendo, en el 100% de las presas no se siente amenazado. El cuerpo del perro tiene una actitud de alerta durante el instinto de caza, con su rabo levantado o meneándolo, (Posiblemente esto sea lo más fácil de reconocer para los nuevos adiestradores) el pelo de su lomo no aparece erizado mientras está mordiendo su presa y no gruñe ni muestra los dientes. La mordida de caza es una mordida insistente y de altura, el ladrido en caza no es profundo ni el perro mira nerviosa o acentuadamente.
Durante el entrenamiento de la mordida nosotros usamos el instinto de caza da dos maneras:
  1. Usamos el instinto de caza para enseñar a los perros la mecánica de la mordida y la lucha. En otras palabras usamos el anterior trabajo de presa para enseñarle a identificar el saco y la manga como un artículo de caza. El perro es adiestrado para que cuando vea a su propietario o a un figurante con un saco o manga, éstos son para jugar a estirar y luchar y el objeto para morder es el saco o manga. Durante este trabajo enseñamos el perro a comenzar a ladrar para morder, Le enseñamos que debe hacer un agarre firme o se soltará su pieza de caza, y le enseñamos que cuando la manga se desliza o la deja caer el figurante el perro debe transportar y sujetar la pieza de caza. Iremos viendo los fundamentos de todos estos pasos del adiestramiento en esta grabación.
  2. Más notablemente, cuando un perro madura, usamos el nivel de relajación del trabajo del instinto de caza para calmar el perro y aliviar la tensión que se crea en el entrenamiento de la defensa. Abordaremos la defensa más tarde en este vídeo, entraremos más en detalle sobre este tema entonces.
En nuestro entrenamiento la mordedura de caza llega a ser un estado de relax para el perro. Es un lugar en el trabajo donde el perro puede calmarse sin detener realmente el trabajo. Enseñando al perro a moverse en el instinto de caza cuando nosotros lo queremos, aprende a relajarse después de una particular jornada de entrenamiento llena de tensión.
Algo que recordar sobre el instinto de caza es que extingue o se disminuye cuando el perro se cansa. En otras palabras, un perro exhausto no tiene mucho interés en jugar a estirar. Esto llegará en el transcurso del entrenamiento.
Lo más difícil para los nuevos adiestradores es comprender el hecho de que los progresos en el adiestramiento y las experiencias que el perro gana, cambiarán la apariencia del instinto de caza.
Por extensión, cuando un ignorante ve a un perro que está siendo entrenado en la caza pensaría que este perro está allí fuera realmente tratando de matar al figurante, cuando de hecho el perro simplemente juega un agitado juego de estirar con el figurante o con el guía.
Antes de desplazarnos, Veamos una vez más varias etapas del instinto de caza. Cada perro que vemos hará algo diferente, pero todos estarán trabajando en la caza. Si usted es nuevo en el entrenamiento de la mordida, esto le puede parecer complicado pero afortunadamente le ayudaremos a aclarar la confusión mientras avanza la grabación.
En los ensayos DPO de la policía, el figurante hace una huida y el perro lo persigue y lo captura mediante el instinto de caza.
El SCHUTZHUND actualmente está cambiando las reglas en lo que concierne a la prueba de coraje pero las antiguas pruebas comenzaban con el ayudante corriendo del perro. Cuando el perro se enviaba después al figurante, en el perro estaba funcionando el instinto de caza.
Mientras que todos los perros que hemos observado simplemente trabajaban en la caza, su nivel de presa, la intensidad del trabajo de la presa y la forma de su instinto de caza, interactuaban con los otros instintos produciendo diferentes situaciones.

El instinto de defensa

Para que un perro haga trabajos de utilidad policial, trabajo serio de protección personal, o un buen trabajo de SCHUTZHUND debe tener un sólido instinto de defensa.
El instinto de defensa de un perro es el instinto para protegerse a sí mismo de una amenaza percibida. Cuando un perro joven está trabajando en su instinto de defensa no está en una situación cómoda. El perro piensa que está en una posición donde está siendo amenazado o atacado y como resultado se pone tenso. Para nuestro entrenamiento queremos un perro, que aun cuando no esté seguro de su posición, reaccionará inicialmente a una escasa amenaza con un desafío agresivo.
Esta buena disposición para defenderse a sí mismo es una característica heredada. No puede entrenarse en el perro por mucho que usted lo intente. Si un perro no ha heredado el gen defensivo no hay manera de que hagamos de este perro un perro de protección. Unos buenos ejemplos de esto son la mayoría de los Labradores, Golden Retrievers, Huskies u otras razas similares. Estos perros simplemente no llevan el gen para el trabajo de protección. Los más que se puede esperar de estos perros es que ladren a los forasteros. Pero cuando se sientan amenazados, entrarán en evitación y correrán.
Aunque un perro puede heredar el gen defensivo, un instinto defensivo no comienza a aparecer en los perros hasta que alcanzan la pubertad. Para algunos perros esto puede ser al año de edad. La defensa no se desarrolla totalmente hasta que el perro alcanza la madurez mental, esto puede ser alrededor de los 3 años de edad, dependiendo de la línea de sangre.
La situación que vemos en un perro inexperto en defensa es diferente de lo que hemos visto en el trabajo de caza. Inicialmente la defensa es una situación de inseguridad. El ladrido de ese perro será más profundo y más importante. El pelo del dorso puede estar erizado, y él mostrará bastante más los dientes gruñendo.
El pelo erizado es una reacción natural para hacerse más grande y más importante. Esta es una reacción común de los animales, nosotros lo vemos con los lagartos australianos, ellos tienen un alerón de piel sobre su cuello que destella para hacerlos parecer más feroces ante quienes los miran. Con la esperanza de que esto asustará a los depredadores. El ladrido defensivo es un ladrido gutural más profundo. Una vez usted lo identifique, verá que hay una clara diferencia entre el ladrido del instinto de caza y el ladrido del instinto de defensa.
Los perros de defensa llevarán frecuentemente su rabo de manera diferente que en la caza. El rabo no se meneará con fuerza y se llevará más abajo que en la caza.
Una mordedura defensiva es también diferente que una de caza. Está hecha con la parte anterior de la boca. A menudo los perros agarran a boca llena en la caza y únicamente con la parte anterior de la boca en la defensa. Cuando oye a los adiestradores decir que el agarre es débil en la defensa, significa que el perro sólo está mordiendo con sus dientes anteriores y a menudo mordisquean la manga.
Los adiestradores novatos podrían pensar que el rabo y el agarre o mordedura es como un barómetro del temperamento. Cuando los perros levantan la cola y la menean, es que están cómodos con la situación. Mientras más presión se agregue el rabo se meneará menos, se vendrá abajo y el agarre se hará más débil. Si la presión continúa y el perro se acerca a la evitación (que es el punto donde saldrá corriendo), el rabo se meterá entre sus patas.
La época más segura para poner a un perro en defensa está después de que ha alcanzado la madurez mental y después de que se ha asentando mediante el trabajo del instinto de caza.
El instinto defensivo puede comenzar a mostrarse en un joven a los 4 o 5 meses de edad en forma de ladridos a factores extraños. No desarrollándose plenamente hasta que el perro cumpla 18 a 24 meses de edad y con algunos perros hasta que tengan 3 años de edad.
Los figurantes experimentados pueden comenzar a introducir a un perro joven en la defensa cuando alcanza la pubertad, esto es usualmente alrededor de los 11 a 14 meses. Los adiestradores novatos que cometen la equivocación de introducir la defensa antes de que el perro madure mentalmente lo suficiente para tratar con la presión cometen el error más grande de su carrera como adiestradores. Empujar a un perro a la defensa antes de que madure mentalmente lo suficiente para tratar con la presión es la manera más rápida del mundo de terminar la carrera de protección de los perros.
Si ha aprendido alguna cosa en este vídeo seguramente SERÁ MUY CUIDADOSO CON LA DEFENSA DE LOS PERROS JOVENES."
Algunos perros tienen un excelente instinto de caza pero carecen de instinto de defensa. Un ejemplo común es el Labrador negro al que le gusta perseguir pelotas pero nunca se podría entrenar en protección, porque carece de defensa.
A diferencia del instinto de caza, la defensa no disminuye si el perro está cansado. Otra manera de verlo es que no tiene importancia lo cansado que esté su perro para que reaccione a alguien que lo amenaza.
Los Pastores alemanes de líneas de sangre estadounidense a menudo tienen algún grado de instinto de caza, pero el 99.9% de ellos tienen poco a ningún instinto defensivo. Esto es por qué no pueden hacer trabajos de SCHUTZHUND y mucho menos trabajos de servicio policial.
En los trabajos del instinto de defensa hay que tener un figurante diestro que sea un experto en leer y comprender el temperamento y sepa exactamente como puede presionarse a un perro o hacer que se sienta amenazado en la defensa antes de empujarlo a la evitación.

Instinto de lucha

A medida como nosotros progresamos a través del entrenamiento, los perros observan los cambios del figurante. Inicialmente, en el trabajo de presa, el ayudante es un amigo que juega al estirón o una persona que siempre trata de robar la caza. Luego en el entrenamiento de defensa los perros observan como cambia el figurante a una persona que les trae la tensión a su vida. Ahora el figurante lo amenaza y es alguien bajo sospechosa.
Como el entrenamiento progresa, los perros aumentan su nivel de confianza (si son genéticamente capaces). Se enseña como derrotar al figurante en cada circunstancia. Esta enorme cantidad de experiencias lentamente cambian el cómo los perros ven al figurante. Comienzan a ver el figurante como un combatiente, como alguien a quien desquiciar y ante quien no ponerse nervioso. Cuando esto comienza a suceder decimos que el perro desarrolla el instinto de lucha.
Definimos el instinto de lucha como la interacción entre caza y defensa donde el perro lleva la iniciativa en la caza con la intensidad de la defensa.
La imagen de un perro trabajando el instinto de lucha es la de un perro adulto con una enorme autoconfianza en todos los ambientes y en cada circunstancia. Es un perro que no mira o actúa inseguro durante el trabajo de protección. El nivel de intensidad durante el trabajo de mordedura es muy alto, el perro mostrará un tesón en la pelea que se ve en los jóvenes perros inmaduros.
La única manera de que un perro pueda ganar en el instinto de lucha es mediante la experiencia y el entrenamiento. Ellos no adquieren el instinto de lucha una mañana al despertarse cuando tienen tres años de edad. Los perrosco necesitan ir asentándose mediante un acertado desarrollo del instinto de caza y entonces, en el momento justo, deben introducirse paso a paso al programa de adiestramiento defensivo. Es importante comprender que sólo los perros con la genética adecuada y el entrenamiento apropiado desarrollarán el instinto de lucha.
Un hecho interesante es que los perros con fuerte instinto de caza desarrollan el mejor instinto de lucha, también vemos perros con unos temperamentos dominantes desarrollando este instinto de lucha.
Cuando usted oye hablar a la gente de la existencia de instinto de lucha en la defensa, esto no es exactamente cierto. La diferencia entre los dos instintos es la manera en que el perro ve al figurante y el nivel de comodidad del perro durante el trabajo.
Recuerde esta diferencia, un perro con instinto de lucha ve al figurante como un competidor. Cuando lo ve enloquece, quiere pelear con él. A los adiestradores noveles les llevará un tiempo diferenciar entre un perro que ladra por caza, un perro que ladra con la intensidad de la defensa y un perro que ladra mediante el instinto de lucha. Que no se preocupen, porque esto es normal. Todos los adiestradores noveles pasarán por esta confusión. Me llevó un largo período de tiempo conseguir dejar claro esto en mi cabeza. A medida que aumenta su experiencia, la facilidad para reconocer estos instintos mejorará.

La evitación

La evitación se usa más usualmente en el entrenamiento de la obediencia, es un instinto que no queremos traernos al entrenamiento de la protección.
Cuando el nivel de tensión llega a ser demasiado alto para sus nervios, un perro en particular se volverá y se retirará. Cuando esto sucede, el perro entra en evitación. Algunos piensan en la evitación como en un instinto. Yo prefiero pensar en ella como en un tipo de defensa. Es la defensa en su grado máximo. Después de todo la defensa segura es una efectiva retirada.
Una vez que un perro se pone en la completa evitación aprende instantáneamente que ésta es una manera fácil de tratar con la presión. Puede llevar meses devolver a un perro al punto donde estuvo justo antes de que echara a correr.
Cuando hablamos de evitación necesitamos también hablar de inseguridad. Hay una diferencia. Inseguridad es cuando un perro da un paso atrás para evaluar que ocurrirá cuando la situación se ponga tirante. Esto comúnmente sucede con perros jóvenes que están elevando el nivel de tensión. La inseguridad no es mala, de hecho es realmente buena. Porque cuando el perro supera su inseguridad y aprende como negociar con la nueva situación, se vuelve más fuerte y seguro.
Un perro en evitación meterá su rabo entre las patas, colocará las orejas hacia atrás, erizará el pelo del dorso y correrá. Un perro que no este seguro no tendrá su rabo entre las patas, su rabo puede caer abajo un poco pero no se meterá. Podrá mirar un poco confuso pero no mirará asustado. Esta es la diferencia.
Los adiestradores necesitan desarrollar la habilidad para reconocer la diferencia entre inseguridad y evitación. Durante las siguientes fases del adiestramiento, nosotros pondremos de manera intencionada un perro en esta situación poco segura y le enseñaremos la manera de pelear para salir de ella.

¿Puedo entrenar a mi propio perro en el trabajo de la mordedura?

Frecuentemente soy preguntado por entrenadores noveles si pueden entrenar la protección en sus perros jóvenes. Tengo una breve historia que usaré para contestar a esta pregunta.
Si usted tiene un hijo y lo quiere enseñar a pelear, lo envía a clases de Karate. Estas clases son comparables al trabajo del instinto de caza donde aprende la técnica de la lucha. Puede participar en una competición de Karate e intentar dar patadas repetidamente y esto es todavía instinto de caza- porque es un juego.
De acuerdo que es un juego serio, pero todavía es un juego. Puede ayudar a su hijo en su entrenamiento de este punto y ayudándolo aprende las capacidades básicas de la lucha, entrenándolas a través del trabajo. Lo mismo ocurre con su perro, usted lo puede ayudar a aprender las habilidades básicas de la caza. Puede incluso consentir que practique lo fundamental sobre usted.
Si su hijo se dirige hacia abajo del pueblo un viernes por la noche y se encuentra en una lucha con cuchillo donde él está peleando por su vida, entonces está haciendo un trabajo defensivo. Mientras un guía puede entrenar a su propio perro en el trabajo de caza, nunca puede poner a su perro en una situación donde el perro sienta que su propietario o guía está tratando de matarle. Así como usted nunca pondría a su hijo en una situación tal que él sienta que usted trata de lastimarlo o de matarlo lo mismo ocurre con su perro.
El propietario puede conducir a su perro mediante el entrenamiento del instinto de caza hasta el punto donde el perro aprenda la mayoría de los movimientos (o habilidades) que necesita conocer para hacer el trabajo de mordedura. De hecho si los vecinos de los adiestradores vinieran algún día y vieran al perro morder la manga de los guías, podrían pensar que el perro ataca a su guía. Cuando de hecho el perro simplemente juega un avanzado juego del estirón con su guía.
Cuando el guía necesite trabajar en defensa, deberá encontrar un ayudante experimentado para trabajar a su perro. No hay otra manera de hacerlo. Nosotros daremos a usted algunas ideas en nuestro vídeo de como hacer una pequeña cantidad de trabajo de defensa sin un ayudante diestro, pero la única realidad es que más tarde o más temprano necesitará alguien con experiencia. Diré esto, para el trabajo personal de protección, si todos los fundamentos del trabajo se han hecho adecuadamente, la cantidad de ayuda adicional que se requiere es mucho menor.
Si encuentra esta información interesante, necesita leer mi artículo sobre la Interacción de los instintos y los instintos de umbral. Debería considerar también mi vídeo titulado "Los primeros pasos del entrenamiento de la mordedura." Este vídeo se realizó en agosto de 1996. Sin duda es la mejor grabación sobre el desarrollo de mordedura que hay en el mercado y probablemente el mejor vídeo de adiestramiento que he hecho. Adquirirá tantos conocimientos de adiestramiento como yo pueda dar en 2 horas de grabación organizada. Llevé mis 24 años de experiencia en adiestramiento e investigación de la protección con perros para producir este vídeo. La cinta le llevará paso a paso a través de un programa de adiestramiento y lo explica de manera que alguien sin experiencia con perros lo pueda comprender.



martes, 4 de agosto de 2015


   Seguro que ya has oído hablar o conoces los beneficios del aceite de coco en los humanos; hoy te contamos cómo trasladarlos a nuestros queridos y peludos amigos ya sea que se trate de gatos o perros.

Uso del aceite de coco para gatos y perros

El fruto de coco tiene un valor nutritivo considerable, pero su aceite posee propiedades como:
  • Antibacterianas
  • Antihongos
  • Antioxidantes
                                

El aceite de coco contiene una sustancia que solo puede encontrarse en grandes cantidades y de forma natural en él; se trata del ácido láurico muy valorado por su efecto preventivo ante diversos tipos de cáncer.

Uso interno del aceite coco en mascotas

                                        

Proporcionarles dosis de aceite de coco a las mascotas les facilitará el proceso de digestión, ayudará a que tengan un mejor pelaje y además evitará que sean víctimas de algunas infecciones. Te sorprenderá ver la aceptación que tiene éste aceite por parte de tus mascotas, puedes mezclarlo con su comida o bien puedes darle una cucharadita de aceite de coco cada 5 kilos de peso.

Se recomienda comenzar poco a poco, no le ofrezcas toda la dosis junta, ve aumentándola de forma gradual tomando un margen de 4 semanas para hacerlo, ya que de lo contrario puede sufrir de síntomas tipo gripe.

Para utilizar el aceite de coco en mascotas como preventivo, se aconseja suministrarlo durante un mes, tanto a perros como a gatos y cada cierto tiempo volver a introducirlo como parte de la dieta, dejando en el medio periodos de descanso.

Uso externo del aceite de coco en mascotas

                                          

Otra forma de utilizar el aceite de coco en mascotas es aplicándolo sobre heridas, erupciones o cortes que puedan tener en la piel; sirve a modo de desinfectante y calmante. También es ideal cepillar el pelo de tu mascota aplicando algunas gotas de aceite de coco, fortalecerás el pelo estará más brillante, además de obtener un antipulgas natural de suma eficacia.

Existen varias marcas de aceite de coco, los mejores son los orgánicos y por supuesto, sin refinar.

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lunes, 1 de junio de 2015


   ¿Cuando dejas solo a tu perro regresas para encontrar que ha hecho un desastre? Efectivamente, los perros se comportan de manera distinta cuando saben que no están siendo observados por su amo. Un nuevo estudio da evidencia de que nuestro mejor amigo es muy hábil cuando se trata de entender al ser humano.

Después de conducir varios experimentos, Juliane Kaminski, psicóloga de la Universidad de Portmouth en Reino Unido, encontró que los perros son más propensos a robar comida en la oscuridad, ya que creen no ser vistos.

Durante el estudio, se reclutaron 84 perros a los cuales se les repetía la instrucción de no tomar un trozo de carne bajo diferente iluminación. Cuando la habitación se encontraba oscura, los perros eran cuatro veces más proclives a comer la carne. El comportamiento canino dependía de qué tan iluminada se encontraba la comida y, por lo tanto, qué tan visible era su hurto.

Este hallazgo supone que, al igual que las personas adultas, los perros presentan teoría de la mente, es decir, un entendimiento de la diferente perspectiva, conocimiento y sentimientos del otro. Ejemplos de la cognición canina como éste, revelan una inteligencia superior en dichos animales.

La domesticación ha provocado cambios en la psicología canina. Acompañándonos durante miles de años, los perros han aprendido a leer las emociones humanas, incluso mejor que nuestros parientes más cercanos, como el chimpancé, ya que buscan vincularse con las personas.

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miércoles, 27 de mayo de 2015




   Si tu perro se hace pipí o popó donde no debe y tú ya estás harto de limpiar charquitos y recoger caquitas por todos lados, queremos decirte que te entendemos. Estás enfrentando uno de los problemas más comunes entre dueños de perros (aunque a casi nadie le guste admitirlo) y también uno de los más difíciles de lograr vencer.

Pero no te preocupes, sí existe solución a esta desagradable situación, sólo se trata de tener el enfoque correcto para lidiar con ella, además de mucha paciencia y constancia.

Debes saber es que este problema se da en cachorros de más de 6 meses (antes de esta edad los “accidentes” no se consideran un problema, sino parte del entrenamiento para hacer en su lugar), perros adolescentes y adultos.


Lo primero que debes hacer es llevarlo al veterinario para descartar que tu perro pueda tener un problema físico que pueda estar desencadenando la incontinencia.

Si todo está bien, entonces hay que evaluar a qué se debe el problema, que entre otras razones puede deberse a:
  • Carencia de entrenamiento para hacer en su lugar: simplemente tu perro nunca ha recibido entrenamiento.
  • Un entrenamiento “incompleto” para hacer en su lugar: tu perro va al baño en su lugar cuando lo llevas, pero si se queda solo o hay cualquier cambio en la rutina, se hará donde no debe.
  • Preferencia por una superficie en particular: tu perro se acostumbró a hacer en ciertas superficies y le cuesta mucho trabajo cambiar de área.
  • Ansiedad: muchos perros responden con ansiedad a los cambios (mudanzas, alguien nuevo que llega a vivir a la casa, alguien que deja de vivir en la casa, etc.) y pueden comenzar a hacerse pipí o popó donde no deben.
  • Miedo de salir: tienen miedo de salir a la calle o áreas abiertas, por lo que hacen caca o pipí dentro.
  • Evitar el frío o la lluvia: sólo hacen dentro cuando hay frío, lluvia o nieve.
  • Marcación con orina: dejan pequeñas cantidades de orina por varios lugares verticales para reclamar territorio, indicar que “estuvieron ahí” o como respuesta a la frustración, estrés o ansiedad.
  • Ansiedad de separación: tu perro se hace cada vez que te vas de casa.
  • Incontinencia por sumisión o excitación: se hace pipí o hasta popó cuando lo tocan, cuando se emociona o tiene miedo.

¿Qué hacer para evitarlo?

  • Lo regla de oro en estos casos es NO regañarlo, pues esto sólo hará que el comportamiento sea peor porque se sentirá más vulnerable y con miedo y seguramente lo repetirá.
  • Limpiar todo lo que haya ensuciado para elimine los rastros de pipí y caca que pueden hacer que repita el comportamiento en el mismo lugar.
  • Sé paciente y constante con la rutina que establezcas para llevarlo al baño: trata de que sea más o menos a la misma hora todas las mañanas y las tardes, después de comer y antes de ir a dormir, por lo menos. Si en algún punto del día lo vas a dejar solo, llévalo al baño antes.
  • De verdad, no gastes tus energías en regañarlo y mejor concéntrate en canalizar positivamente su comportamiento. Prémialo y apapáchalo cuando haga pipí y popó en su lugar.
  • Dale de comer a una hora en específico por la mañana y por la tarde/noche y retírale el alimento entre comidas. Recuerda que siempre debe tener agua a su disposición.
  • Si cachas a tu perro en el momento en el que está haciendo pipí o popó donde no debe, da un aplauso fuerte con tus manos para que el sonido lo sorprenda y deje de hacerlo. Inmediatamente llévalo al lugar donde quieres que haga para que termine de hacer ahí. (No le pegues, ni que lo castigues, ni que le grites, ni que frotes su nariz en la pipí o caca. Esto es cruel y, además, no funciona).
  • Vigila a tu perro para que no haga en donde no debe. Y, si por algún motivo no puedes vigilarlo, puedes usar una reja para niños o una jaula o kennel para mantenerlo aislado en una zona pequeña. Eso sólo hazlo por unas pocas horas (no pretendas mantenerlo encerrado todo el día y que no se haga dentro del área donde está confinado).
  • Cuando el perro está acostumbrado a hacer en una sola superficie (por ejemplo, concreto) y quieres que haga en otra (por ejemplo, pasto), puedes “mezclar” poco a poco ambas superficies. Es decir, en el lugar de concreto en el que siempre hace, poner una caja con pasto para que poco a poco se vaya acostumbrando a la nueva textura y la relacione con el área en la que debe hacer. Posteriormente, puedes ir haciendo la zona de “pasto” más grande o, bien, sacarlo inmediatamente después de despertar a donde haya pasto (jardín, parque, banquetas) para que haga ahí, pues a esa hora será más fácil que haga donde tú quieres.
  • Si tu perro tiene miedo de salir u odia el frío, la lluvia o la nieve, debes tratar de acostumbrarlo a que esté más cómodo en esas condiciones. Trata de llevarlo fuera cuando no estés intentando que vaya al baño, sino simplemente para jugar un rato o caminar por ahí. Recuerda darle premios cuando lo logre para que asocie su comportamiento con algo positivo.


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martes, 19 de mayo de 2015


    Los perros son amantes de tirarse a tomar el sol. Aunque esté haciendo mucho calor y tu perro tenga mucho pelo, igual lo verás siempre cazando ese rinconcito de la casa donde da el sol por la mañana o por la tarde y hacerse bolita para caber exactamente ahí.

Los perros, la igual que los humanos, necesitan baños de sol para poder tener su dosis de vitamina D. La vitamina D nos ayuda a regular y absorber el calcio en los huesos, a modular el crecimiento celular y a mantener nuestro sistema inmunológico funcionando correctamente.

La vitamina D está presente en algunas comidas pero nuestra fuente principal, y la de tu perro, es el sol, ya que los rayos ultravioleta al contacto el aceite natural de la piel activan la síntesis de la vitamina D3.

Nosotros como no tenemos pelo, absorbemos directamente la vitamina la piel. Los perros sin embargo, lo hacen vía oral pues por su pelaje, el aceite convertido en vitamina D3 no alcanza a tocar la piel, así que la absorben cuando se lamen las patas o el cuerpo.



El sol además sirve para calentar a los perros en época de invierno o a los perros que son naturalmente muy friolentos. Los perros viejitos por ejemplo, necesitan el sol para no sentir reumas y para poder sentirse calientitos.

El sol ayuda a la producción de serotonina, un neurotransmisor que te hace feliz, o sea, un antidepresivo natural. Y también promueve la producción de melatonina, la sustancia que te ayuda a dormir. A pesar de que la melatonina se secreta mientras dormimos, el sol es el que promueve su correcta producción y secreción.

También te puede gustar esta nota sobre los superalimentos que harán maravillas por tu perro.

Si tu perro ama tomar el sol, déjalo, sólo toma en cuenta algunas precauciones para que no sufra una insolación:
  • No lo rasures o le cortes el pelo súper corto, ya que esto puede hacer que el sol les queme la piel.
  • Si tu perro no tiene pelo o tiene el pelo blanco, considera ponerle protector solar para evitar que se le queme la piel.
  • Si tu perro es un amante del sol, mantén un ojo para evitar que se tueste con el sol como Luis Miguel en la playa.
  • Si llega a insolarse, dale un baño con agua tibia/fría para que su piel se sienta mejor y ponle al agua un poco de vinagre de manzana que lo ayudará a mejorar más rápido.






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miércoles, 13 de mayo de 2015


   Durante toda mi vida he tenido perros, y con ellos he disfrutado muchos momentos y actividades, como ir a una piscina o a un lago, en donde ellos disfrutan enormemente nadar, saltar y refrescarse en el agua. Sin embargo, hace algunos días conocí el perro de una amiga que tiene terror al agua, en lugar de lanzarse a ella cuando le tiramos un objeto, se pone histérico, empieza a ladrar y a temblar.

Es importante destacar que así como a los seres humanos nos puede gustar o no el agua, a los perros les sucede lo mismo, no es una ley imperativa que todos los perros corran a la orilla de un lago y quieran tirarse a nadar, pero no es normal que el animal se asuste incluso cuando queramos meterlos a bañar. Es por este motivo que, si a tu perro le ocurre lo mismo que a la mascota de mi amiga, deberás seguir algunas pautas para lograr que tu animalito pierda miedo al agua y empiece a disfrutar de este elemento.

   Primero que todo te recomiendo que cuando tu perro este relajado y tranquilo, te sientes a su lado con un recipiente de agua. Acarícialo mientras le hablas tranquilamente, y mete la mano en el agua, dejando que tu perro la huela mientras tratas de mojarlo suavemente. Esto deberás repetirlo unas cuantas veces, tratando también de repetir el procedimiento todos los días, y al final dale un premio.

El siguiente paso, será humedecer un trapo o una esponja y escurrir el agua encima del animalito. De acuerdo a la reacción de tu perro, podrás aumentar la cantidad de agua que le derramas encima. Cuando empieces a notar que el perro no se asusta con el agua, puedes empezar a tirarle más agua y hasta hacer sonidos con esta y a jugar con tu perro.

Cuando decidas llevarlo a un lago busca los lugares más tranquilos, y acompaña a tu animalito a que se acerque a la orilla. Cuando lo haga dale un premio, y muéstrale otra recompensa para que se acerque mucho más. Por nada, trates de obligarlo o empujarlo ya que esto lo único que hará será que tu perro deje de confiar en ti y se vuelva más temeroso.
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jueves, 30 de abril de 2015

La alimentación sana tiene beneficios en perros y gatos

Comer de forma apropiada tiene sus beneficios, BARF para perros y gatos

    Uno de los momentos clave en la vida de todo nuevo “dueño” de perros o gatos es cuando toca decidir qué dar de comer a su nuevo amigo/a. Son muchos los motivos que nos llevan entonces a optar por alguno de los productos comerciales habituales como publicidad, recomendaciones, falta de información o la propia conveniencia.

Desgraciadamente, muchos de estos humanos, entre los cuáles nos encontrábamos, vuelven a replantearse el tema de la alimentación cuando estos comienzan a sufrir algún problema de salud como alergias, pancreatitis o problemas del tracto intestinal, por mencionar algunos de ellos. Y no son casos aislados, de hecho y de acuerdo con la PFMA (asociación de fabricantes de comida para mascotas en el Reino Unido), son cada vez más los casos de perros y gatos que sufren algún problema relacionado con la alimentación, como el sobrepeso (de un 30% a un 60% de los casos, según estadística consultada) o la diabetes.

Esto está provocando un despertar de los amantes de perros y gatos a los que empieza a preocuparles lo que sus amigos animales consumen todos los días, según estudios propios el 63% tiene dudas de si la comida comercial como el pienso es lo más sano para su animal y el 5% ya ha empezado a prepararle la comida en casa, para estar completamente seguro de lo que le aporta.

La verdad sobre los piensos comerciales

La comida comercial o piensos no existen desde hace mucho cuando, a finales del siglo XIX, un empresario americano, en un viaje a Reino Unido, descubre a los perros buscando comida entre los barcos y decide darle solución comercial mediante galletas, los precursores de los piensos de hoy. Cien años dan para muchos avances, sin embargo, no es lo mismo el avance producido en la alimentación humana, tanto en variedad como en garantías, como en la de animales, a los cuáles en la mayoría de países se siguen considerando a ojos de la ley como cosas sin derechos jurídicos. La consecuencia es que hoy, salvo contadas excepciones, no sabemos realmente lo que contiene la comida convencional (piensos), por ejemplo:

· Ingredientes altamente procesados y calentados que han perdido la mayoría de sus nutrientes naturales.

· Químicos añadidos para compensar pérdidas por el proceso y para alargar la vida del compuesto.

· Excesiva cantidad de cereales y subproductos del cereal (mínimo de un 40% y hasta un 80%!) como componente principal.

· Ingredientes no identificados de manera individual, de manera que, de lote a lote, estos pueden cambiar según el precio del mercado

· Subproductos cárnicos de baja calidad, de los cuáles es imposible saber procedencia ni composición.


Pero si los piensos no son la respuesta, ¿cuál es la respuesta?

   Pues la dieta que la naturaleza les diseñó para comer durante miles de años, su dieta evolutiva, también llamada Alimentación Cruda Biológicamente Apropiada o BARF en inglés. La dieta BARF es simple en su filosofía y construcción; estudia la dieta de los ancestros de nuestros animales en su hábitat (lobo y gato salvaje) e imita ese tipo de régimen alimenticio usando ingredientes naturales crudos e integrales.

En el caso del gato, que es un obligado carnívoro y un cazador, la dieta biológicamente apropiada está basada en gran medida en comida derivada de animales. Básicamente, cualquier nutrición que imite una presa de animal fresca y cruda – en su totalidad – constituye una dieta biológicamente apropiada.





En el caso del perro, que es un omnívoro (con un pasado carnívoro), un cazador y un carroñero, la dieta biológicamente apropiada se basa en un rango más amplio de comidas crudas principalmente de animales pero también de plantas. Tanto perros como gatos requieren además de huesos como una parte importante de sus dietas por una variedad de razones incluyendo los múltiples nutrientes, sin olvidar su efecto limpiador bucal natural.

Los beneficios de cambiar a una alimentación BARF son múltiples, y tienen su origen principal en la mejora del funcionamiento gastrointestinal de los animales. Como ya decía Hipócrates “Toda enfermedad comienza en las tripas”.


Los beneficios de una dieta BARF para perros y gatos

1. Un buen sistema inmunitario, para un animal sano y resistente

El intestino grueso de nuestros perros y gatos está cubierto de millones de bacterias “sanas”, la flora intestinal. Una flora sana descompone la fibra y produce las vitaminas K y la biotina, a la vez que es muy sensible a agresiones exteriores como los antibióticos, el estrés y una alimentación inapropiada.





Alimentando a un carnívoro a base de cereales como ingrediente principal puede afectar el ambiente intestinal negativamente, causando irritación de las paredes intestinales y llevando a síntomas como diarreas e inapetencia. También queda afectado negativamente el sistema inmunitario que puede provocar alergias. Una alimentación a base de carne como ingrediente principal es el requisito de una flora intestinal sana y por lo tanto de un sistema inmunitario al 100%.

2. Una digestión perfecta, para un animal feliz y sin molestias

Los estómagos de perros y gatos suelen tener un pH de 1-2, o sea bastante más ácido que el de los seres humanos (2-3), sin embargo, con una alimentación basada en cereales el estómago se vuelve más alcalino llevando a varios problemas como la ralentización del vaciado gástrico. Por el contrario, la comida natural basada en carne ayuda a que el pH del estómago se mantenga en sus valores bajos, ácidos, asegurando un óptimo funcionamiento del páncreas y el hígado, dos órganos cruciales para la digestión.





Las enzimas son otro elemento clave para todo el proceso digestivo. La comida “viva” o natural cruda está llena de enzimas naturales que facilitan el trabajo al páncreas ya que este tiene que producir menos enzimas que cuando tu perro o gato ingiere comida cocida o procesada. En los ambientes ácidos estas enzimas florecen todavía más y permiten una óptima digestión sin causar a tu animal molestias innecesarias.

Lo que suele ayudar en todo este proceso es el hecho de que la comida cruda contiene agua natural. El pienso carece de agua, se hincha en el estómago de tu perro o gato y tiene un tiempo elevado de transición por el tracto gastrointestinal (10 a 16 horas para el pienso frente a 4 a 6 horas para la comida natural cruda). Por eso, la digestión del pienso es mucho más difícil, lo que, con el tiempo, puede dar origen a problemas gastrointestinales y también renales, por la falta de agua.

3. Más nutrientes y mejor absorción, para un animal activo y lleno de energía

La comida natural cruda prevé, entre otros, la inclusión de frutas, verduras y huesos carnosos crudos en la dieta. Al no ser procesada ni cocinada, conserva todas sus ingredientes y por lo tanto nutrientes en su estado natural y puro, como las proteínas, que no se degradan permitiendo su fácil digestión.

Las frutas y verduras crudas son una excelente fuente de fibra y micronutrientes como vitaminas y minerales, que contrariamente a los aditivos artificiales, son fácilmente absorbidos por el organismo de los perros y gatos. Además proporcionan antioxidantes que ayudan a mantener la salud de tejidos como la piel y las mucosas del cuerpo – actúan como factores anti-edad naturales. Y los huesos crudos son cepillos dentales naturales para perros que garantizan unos dientes limpios, evitan el sarro, aseguran unas encías saludables y lo que es más, proporcionan a tu perro un amplio espectro de nutrientes que necesita, como minerales, vitaminas, proteínas, grasas, antioxidantes naturales y hierro. También ayudarán a tu perro a equilibrarse emocionalmente ya que le permiten rasgar y desgarrar su alimento como hacían sus antecesores cazadores y carroñeros.



Cada vez más humanos se sorprenden al ver los efectos de una dieta natural cruda después de sólo unos meses en sus perros y gatos: un pelo más brillante, reducción del riesgo de alergias a alimentos, dientes más sanos, buen aliento, mejora del control de peso, reducción de las heces y de su olor, menor pérdida de pelo y mayor apetito son algunos de ellos. En general mayor salud, actividad y longevidad – algunos incluso van menos al veterinario.

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